vitamina c para la piel

La Vitamina C es una sustancia esencial para nuestra salud y el buen funcionamiento de nuestro cuerpo en general. Biológicamente, esta vitamina no se produce en nuestro cuerpo de forma natural por lo que es imprescindible incluirla en todos los aspectos de nuestra vida, especialmente en la alimentación.

Sin embargo, no siempre estamos al tanto de la gran importancia de esta vitamina para nuestra piel. Por esta razón, en este artículo cubriremos todo lo que necesitas saber sobre su importancia para la salud de la piel y cómo puedes sacarle el máximo provecho.


¿Qué es la Vitamina C?

También conocida como ácido ascórbico, la vitamina C es un nutriente esencial para la buena salud del cuerpo y de la piel. Esta vitamina se puede hallar en una gran cantidad de alimentos, entre los cuáles destacan: el brócoli, los arándanos, los pimientos, los frutos cítricos (el limón, la naranja y las toronjas), los tomates, las espinacas, etc.

La vitamina C fortalece el sistema inmune y estimula la regeneración de los tejidos, además de ser fundamental para el correcto funcionamiento de los procesos enzimáticos que ayudan a mantener la salud general. Adicionalmente, cuenta con un gran poder antioxidante.

¿Por qué es tan beneficiosa para la piel?

La vitamina C, al ser un potente antioxidante, reduce el estrés oxidativo causado por los radicales libres al reducir de manera considerable los principales signos del envejecimiento, aportando los estímulos necesarios para que la piel tenga una apariencia fresca y lozana.

También es vital para la correcta producción de colágeno en las células cutáneas, manteniendo la estructura de la piel firme y uniforme y estimulando la reparación de los tejidos.

¿Cómo incluirla en mis rutinas de skincare?

En la actualidad los productos tópicos ricos en vitamina C se han hecho muy populares, por lo que es posible establecer rutinas para el cuidado de la piel para mantenerla joven y radiante.

Serums: se encuentran entre los mejores productos tópicos por ser de rápida absorción y ofrecer resultados en muy poco tiempo.

Cremas: ideales para finalizar cada sesión de cuidado facial y corporal. Ayudan a crear una capa protectora sobre la piel y a mantenerla suave e hidratada.

Tónicos: ideales para hidratar el rostro y refrescarlo, especialmente al inicio de cada rutina matutina o luego de remover el maquillaje durante la rutina nocturna.

Las concentraciones recomendadas de vitamina C tópica no deben superar el 10% de concentración en orden de obtener resultados satisfactorios sin riesgos de padecer irritaciones.

Conclusión

La vitamina C es un nutriente esencial para el cuerpo humano y, si bien es preciso incorporarlo en nuestra dieta, también es muy importante aplicarlo en nuestra piel que, además de ser el órgano más grande del cuerpo, es nuestra carta de presentación con el mundo exterior.