La fragilidad humana no sólo se limita al apartado físico, ya que la fragilidad mental es realmente uno de nuestros puntos más vulnerables, especialmente si se trara de niños y adolescentes. Siempre nos sorprendemos al leer artículos sobre niños o jóvenes cometiendo crímenes e incluso suicidio sin entender el por qué de estos sucesos. Por esta razón, en este post queremos hablarte un poco sobre la importancia de visitar al psicólogo durante la niñez o la juventud y señalar algunos indicadores que podrían ayudarte a determinar cuándo es un buen momento para programar una cita.
Visitar al psicólogo siempre ha sido algo mal visto. Suele darnos vergüenza o simplemente sentimos que tal vez nuestros problemas empeorarán si nos vemos con un especialista, incluso llegamos a pensar que con un poco de tiempo todo puede resolverse de manera natural (lo cual es posible). No obstante, es de suma importancia buscar ayuda profesional especialmente si se trata de niños o adolescentes, ya que en ocasiones les resulta difícil abrirse con sus padres o amigos al momento de contar conflictos personales o confusiones respecto a temas como la vida, la sexualidad, el sentido del bien y el mal, etc. por lo que una conversación con un psicólogo puede resultar en la mejor alternativa.
Uno de los pensamientos más recurrentes en los padres y familiares al momento de llevar a un niño o adolescente con problemas al psicólogo, es el paradigma de que cualquier tipo de conflicto puede resolverse en familia, lo cual es posible; sin embargo, en ocasiones los familiares o amigos no tienen la capacidad de aportar consejos de utilidad por lo que, sin intención, terminan empeorando la situación.
Realizar conversaciones periódicas con un psicólogo no sólo ayudará al niño o adolescente a abrirse respecto a sus conflictos o cuestionamientos, sino también permitirá que el especialista identifique la raíz de éstos, pudiendo ofrecer más de una posible solución al paciente y orientación a los padres y familiares.
Algunos indicadores que podrían ayudarte a determinar cuándo es prudente llevar a un niño o adolescente al psicólogo son los listados a continuación:
- Terrores Nocturnos
- Agresividad o rebeldía
- Obsesiones o dificultad para socializar
- Dificultad para concentrarse y aprender
- Problemas para manejar sus emociones
- Cambios de humor repentinos
Podría considerarse que cualquier comportamiento fuera de lo usual en un niño o adolescente debe ser tratado de inmediato con un especialista, especialmente si los padres no pueden identificar la raíz de éste comportamiento y orientarlo en la mejor dirección.
Si tu hijo o hija presenta alguno de los indicadores antes mencionados y estás ubicado en la comunidad homónima de Aragón, podrás encontrar más de un excelente psicólogo infantil en Zaragoza.
Visitar al psicólogo siempre ha sido algo mal visto. Suele darnos vergüenza o simplemente sentimos que tal vez nuestros problemas empeorarán si nos vemos con un especialista, incluso llegamos a pensar que con un poco de tiempo todo puede resolverse de manera natural (lo cual es posible). No obstante, es de suma importancia buscar ayuda profesional especialmente si se trata de niños o adolescentes, ya que en ocasiones les resulta difícil abrirse con sus padres o amigos al momento de contar conflictos personales o confusiones respecto a temas como la vida, la sexualidad, el sentido del bien y el mal, etc. por lo que una conversación con un psicólogo puede resultar en la mejor alternativa.
Uno de los pensamientos más recurrentes en los padres y familiares al momento de llevar a un niño o adolescente con problemas al psicólogo, es el paradigma de que cualquier tipo de conflicto puede resolverse en familia, lo cual es posible; sin embargo, en ocasiones los familiares o amigos no tienen la capacidad de aportar consejos de utilidad por lo que, sin intención, terminan empeorando la situación.
Realizar conversaciones periódicas con un psicólogo no sólo ayudará al niño o adolescente a abrirse respecto a sus conflictos o cuestionamientos, sino también permitirá que el especialista identifique la raíz de éstos, pudiendo ofrecer más de una posible solución al paciente y orientación a los padres y familiares.
Algunos indicadores que podrían ayudarte a determinar cuándo es prudente llevar a un niño o adolescente al psicólogo son los listados a continuación:
- Terrores Nocturnos
- Agresividad o rebeldía
- Obsesiones o dificultad para socializar
- Dificultad para concentrarse y aprender
- Problemas para manejar sus emociones
- Cambios de humor repentinos
Podría considerarse que cualquier comportamiento fuera de lo usual en un niño o adolescente debe ser tratado de inmediato con un especialista, especialmente si los padres no pueden identificar la raíz de éste comportamiento y orientarlo en la mejor dirección.
Si tu hijo o hija presenta alguno de los indicadores antes mencionados y estás ubicado en la comunidad homónima de Aragón, podrás encontrar más de un excelente psicólogo infantil en Zaragoza.
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