Los aceites han acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Empleados con fines religiosos, medicinales, cosméticos o culinarios, éstos pueden ser localizados desde el antiguo Egipto hasta la India. Existe un grupo de sustancias oleicas denominadas aceites esenciales, que si bien poseen propiedades increíblemente nutritivas, sólo deben aplicarse de manera superficial ya que pueden resultar tóxicos al consumo. No obstante, existe un aceite que no sólo puede utilizarse de forma superficial, sino también ser ingerido y que nos brindará increíbles propiedades, y es comúnmente conocido como aceite de castor o aceite de ricino.

Si buscas alternativas para nutrir tu cuerpo tanto en el interior como el exterior, continúa leyendo este post, pues te contaremos 7 usos del aceite de ricino.

El aceite de ricino es un triglicérido compuesto principalmente por ácido ricinoleico (omega 9), además contiene altas concentraciones de Vitamina E, minerales y proteínas que podemos explotar en gran medida. Vamos a listar para ti algunos usos que puedes darle a este milagroso aceite que seguro te sorprenderán debido a su rápida acción y efectividad.

Hidratante natural: si habías escuchado del aceite de ricino probablemente sabrás que es ampliamente utilizado como laxante. No obstante, este aceite es un excelente agente hidratante al igual que otros óleos como el aceite de argán o de aguacate. La Vitamina E y los ácidos grasos presentes en este aceite pueden ser rápidamente absorbidos por la piel, estimulando la producción de elastina y colágeno, haciendo la piel más suave y saludable.

Muchas personas gastan cantidades exorbitantes de dinero en cremas antiarrugas sin saber que utilizando un poco de aceite de ricino en sus rutinas de belleza obtendrán resultados increíbles y en tiempo récord.

Tratamiento capilar natural: este aceite será clave para ti especialmente si buscas estimular el crecimiento de tu cabello y pestañas. Sólo aplicando unas gotas de aceite de ricino en tus manos y masajeando el cuero cabelludo durante algunos minutos, generará una mejor circulación en los folículos capilares, garantizando un crecimiento del cabello más rápido y saludable.

Relajante muscular: el óleo de ricino es muy utilizado como aceite para masajes, y la razón no es sólo por sus propiedades hidratantes sino también debido a que contribuye en la correcta circulación sanguínea, ayudando a relajar la tensión muscular. Este aceite puede combinarse con aceites esenciales para obtener un mayor impacto en los masajes.

Reductor de estrías y cicatrizante: seguro has gastado dinero en costosas cremas o geles para eliminar las estrías, pero te contamos que el aceite de ricino tiene un increíble impacto en éstas, ya que los ácidos grasos presentes en este óleo las difuminarán de manera magistral. Además, si estás tratando de lidiar con molestas cicatrices, este aceite te ayudará a eliminarlas de manera paulatina, ya que contribuye enormenmente en la formación de células nuevas.

Tratamiento Aftersun: el aceite de ricino es ideal para tratar quemaduras solares. Sólo basta con poner unas gotas de este óleo sobre un pañito o algodón y aplicarlo sobre la zona afectada por espacio de una hora. Luego de varias aplicaciones notarás como desaparece el ardor o comezón propios de este tipo de lesiones y la piel vuelve a su estado natural.

Hidratante y endurecedor de uñas: Al igual que con la piel y el cabello, el aceite de ricino tiene un gran impacto en las uñas. Con sólo aplicar unas gotas de este óleo en tus cutículas todos los días antes de ir a la cama será suficiente para hidratarlas y devolverle la elasticidad y brillo que suele perderse tras el uso constante de esmaltes y geles acrílicos.

Anti-acné: el ácido ricinoleico presente en el aceite de castor ayuda a eliminar las bacterias causantes del acné. Primero debes lavar con agua tibia la zona afectada para abrir los poros y luego se procede a aplicar el aceite, preferiblemente dejándolo actuar durante toda la noche. Es muy importante al momento de la aplicación, utilizar la cantidad adecuada de aceite ya que abusar de éste puede ocasionar el efecto contrario al deseado. Usualmente unas 4 gotas de aceite de ricino son suficientes para cubrir toda el área del rostro, en caso de querer tratar zonas más amplias, como la espalda, 8 o 10 gotas será más que suficientes.

Atrévete a emplear este elixir de la eterna juventud en tus rutinas de belleza, y te aseguramos que no te arrepentirás.